!!!No me salgo ni por el pu....!!!

Hace unos días cumplí 42 años y les confieso, sin importar lo frívolo que pueda sonar, desde niño mi memoria está absolutamente ligada con la ropa. Ahora que reflexiono, creo que acabe trabajando en la bolsa y en los seguros, no porque me parecieran industrias interesantes o porque me apasionara el tema, ¡¡¡creo que lo hice simplemente por amor a las corbatas, los pañuelos y al vestirme bien!!!

De haber nacido en este milenio, hijo de padres modernos, con certeza habría terminado siendo un arquitecto o hasta de pronto un exitoso diseñador, pero en cambio, y creo que por puro miedo a que me “mariquiara”, mis viejos me guiaron por este camino. ¡¡No me puedo quejar!! Y más vale tengo que darle gracias a Dios pues me va muy bien. Pero ya era hora de que me atreviera a hablar de lo que me gusta y de lo que me divierte.

MI CLOSET, es un botadero de corriente, es una forma de llenar espacios vacíos en tanto aeropuerto, en cuartos de hotel, en tanto avión. Un espacio para decir lo que se me venga en gana. Un espacio para contar mi vida a través de mi ropa; de cada una de esas pintas tan bien pensadas y cuidadosamente escogidas de acuerdo a la ocasión, el lugar y la temperatura.

Para quienes no me conocen, mi caso, el mío es un caso atípico. Una mezcla particular de cromosomas. La combinación justa entre X & Y para producir un hombre, “muy hombre”, pero con sensibilidad y ojo femenino para lo estético. Para aquellos que todavía guardan la esperanza de que yo salga del closet o para aquellos que se atormentan con la posibilidad de que eso suceda, de una vez por todas: ¡¡¡¡NO SALDRE DEL CLOSET JAMAS!!!! Y no por miedo, ni por escrúpulos, ni nada similar, simplemente ¡¡¡no soy GAY y punto!!! Eso sí, tengo que confesar, no culpo a quienes alguna vez dudaron, pues para muchas cosas soy como una niña. “Reinalda”, como me bautizara una muy buena amiga y como a veces hasta mis hijas se refieren a mí, me parece un divertido y apropiado apodo, ya que la “a” del final, le da el toque femenino a un nombre tan masculino como Reinaldo, horroroso por cierto, que por traer a la mente al jardinero, vigilante, mayordomo, mis más comunes tocayos, intuye mucha hombría.

¡¡¡Coñooo como me gusta la ropa y la buena vida!!! ¡Y como me disgusta el mal gusto! Para aquellos que piensan que esto del vestir es un tema frívolo, vacío y superficial, ¡¡BULLSHIT!! Todos los seres humanos de una u otra manera le “botamos cabeza” al tema. ¿O me van a decir que hay gente que se viste mal a propósito? Que va, es pura falta de gusto, ¡de buen gusto!

Tengo un estilo propio que a muchos gusta. También tengo anécdotas que causan risa, mucha risa, inclusive para aquellos que las han oído una y otra vez. Al principio podré parecer arrogante, convencido, odioso y hasta ególatra. Sin embrago, ténganme un poquito de paciencia. De pronto hasta consigo que lleguen a estar de acuerdo con mi mujer, quien alguna vez, al ser interrogada de cómo se había aguantado a su marido por tantos años, contesto: “Rei es como el sushi, no es si no atreverse a probarlo para cogerle el gusto”.

Mi Closet, el de verdad, es mi cuarto favorito. Es el único “Walk-in Closet” de la casa, pues a la que le toco salir del closet, del “Walk-in closet”, fue a mi mujer, porque yo lo invadí y ¡¡¡¡¡no me salgo ni por el putas!!!!!

Los espero cada lunes y a diario en TWITTER (@MiCloset_RI).

Gracias por leerme,