Botones, Botones y más Botones !!

Que tienen en común los botones de un traje de hombre con el “Dry Martini”? Simple: Uno no es suficiente, dos están bien, tres se pasa del límite (dependiendo del marrano) y cuatro son un desastre (sin importar quién sea el marrano)!!!!

Quiero empezar por aclarar que estoy hablando del traje para corbata y del blazer. Se excluyen el Esmoquin, que debe tener un solo botón y el clásico traje cruzado, que aunque hoy por hoy fuera de estilo, le pido a Dios que vuelva rápido, pues no se cuanta energía me queda para seguir matándome en el gimnasio para mantenerme flaco, que es el único estado en que uno puede lucir un traje cruzado.

Todos mis trajes tienen exactamente la misma construcción a excepción de esos que compro por ahí cuando se me despierta lo de “shopaholic”: Dos botones, doble abertura atrás, cuatro botones en la manga (con ojales de verdad), solapa tradicional con pespunte y ojal, bolsillo izquierdo de pecho, bolsillos laterales en diagonal y el tradicional “Train Ticket Pocket”, que es un pequeño bolsillo lateral encima del principal, que como su nombre lo indica, su función es la de proporcionar un espacio exclusivo para el billete de tren. Mis blazers son más variados en su construcción, la cual depende mucho del material. Los tengo de tres botones, lo que considero aceptable, siempre y cuando su posición sea baja y que aquel que los lleva puesto no se le ocurra abotonar más que el botón de la mitad. De un botón solo tengo mi Esmoquin, sin embargo hay algunos diseñadores y sastres clásicos que utilizan esta construcción para trajes y blazers. Aunque no de mi preferencia, no me parece del todo mal.

Hace muchos años, en la época en que trabajaba en la Bolsa de Valores, un desafortunado personaje se atrevió a ir una reunión en mi oficina con un traje de 4 botones.

Deberíamos ser unos 5 en la reunión y esperábamos al sexto. Todos los presentes estaban impecablemente bien vestidos. Lo vi entrar por la puerta…no lo podía creer…blazer color mostaza y de 4 botones!!! Lo único que se me vino a la mente fue un ascensor OTIS SETENTERO por aquello del color y de tanto botón!!!

31 de octubre? Pregunte con tono sarcástico. Que qué? Se expreso el atrevido. Que si hoy es 31 de octubre? Reitere.De que hablas? Preguntó ya con algo de molestia en su voz y con ojos bien abiertos. Hombre, que te vi entrar con ese disfraz de ascensor OTIS SETENTERO y por un momento pensé que era 31 de octubre. Me miro con ira en sus ojos mientras pregunto con tono agresivo y grosero: Ascensor OTIS SETENTERO? De que hablas guevo…..?Mientras me alejaba cuidadosamente para quedar a una distancia prudente y lejos del alcance de cualquier intento de puñetazo, respondí: Pues que el color de tu blazer y la cantidad tan HP de botones lo hacen muy parecido a un ascensor OTIS SETENTERO!!!!! La explosión de risas fue inevitable y el individuo se vio obligado a sentarse resignado, no sin antes mirarme con un odio profundo, el mismo odio que hasta hoy se hace presente en su mirada cada que me lo encuentro. Acepto…un poco imprudente e indelicado de mi parte…..pero que va, al final le hice un favor, pues les aseguro que nunca jamás se puso un blazer de cuatro botones!!!

Pecado Capital numero dos: Chaqueta de Traje o Blazer de cuatro o más botones!!


"La Narizona"

Lo único casi tan grotesco a como andar en “cueros” en público, es pasearse por playa, piscina, lago o rio exhibiendo una Narizona!!!!!

“La Narizona”, como se le conoce en la jerga colombiana al vestido de baño diseñado especialmente para deportes acuáticos y popularizado bajo el nombre de la marca SPEEDO, es probablemente la prenda de vestir más desagradable en existencia.

Solamente a personas con cuerpos perfectamente atléticos se les ve bien y especialmente en las playas del Mediterráneo, donde su utilización es más común.

Me cuesta trabajo entender la psiquis de aquellos que optan por ponerse esta prenda, especialmente a esos que ni tienen el cuerpo ni la edad apropiada para ponérsela. ¿Que pensaran frente al espejo?, ¿Que el “bulto” es símbolo de virilidad? o ¿que el follaje de pelamen que sale por los lados es super sexi?

Para asegurarme de que mi opinión no fuera muy ajena a aquella de las mujeres, quienes en últimas son para quienes nos vestimos, pregunte a un grupo de 20 y su respuesta no me sorprendió. Solo una de ellas, quien me pidió guardar su nombre en secreto pues se avergüenza de su opinión, considera que dicha prenda es super sexi y confiesa que le produce “malos” pensamientos que luego utiliza como inspiración en momentos de soledad.

Pareciera ser que los hombres criados en clima frio son los más dados a lucir esta prenda. No sé si es por falta de acceso a la moda de playa o porque en su mente solo hay referencias de cuando tomaron clases de natación o participaron en algún equipo de deporte acuático en el colegio. En fin, los de clima frio se las ponen sin importar la edad o el peso…….

Una linda tarde de Diciembre en la hermosa Cartagena fui invitado a pasear en un bote por la bahía. El bote pertenecía a gente “divinamente” de clima frio. Esa tarde habían decidido invitar a los “calentanos” a pasear en su bonito bote. Cuando abordamos nos ofrecieron buen trago y un delicioso ceviche. Nos atendían muy bien, como usualmente saben hacer los de clima frio. Todo parecía perfecto. Navegamos por un rato hasta que uno de ellos sugirió que pararan el bote para nadar. La idea sonó agradable a todos, menos a mí, ya que el nivel de alcohol en la sangre no era suficiente para compensar por el miedo a los tiburones. El bote paro y anclo a unos 300 metros de la playa. De pronto lo inesperado….Los anfitriones uno a uno, papa e hijos, se fueron bajando las pantalonetas de última colección Vilebrequin para quedar en unas “narizonas” diminutas, una de ellas roja con una lora pintada en el frente!!!!! Coñooooo, me dije a mi mismo, al tiempo que todos los “calentanos” coincidíamos mirándonos unos a otros aguantándonos una explosión de risas…. Huyendo a la pena ajena, todos saltaron por la borda, incluido yo!!!!

Pecado capital número uno: “La narizona”

Para los que han estado acostumbrados a esta prenda por mucho tiempo y les cuesta mucho trabajo un cambio tan drástico, les sugiero pasar a un término medio: “Swiming Trunks”. Esta es una prenda igualmente apretada y normalmente de licra, pero que por poseer más tela en frente, atrás y a los lados, el efecto visual es un poco menos grotesco. Para mí, el traje de baño ideal, es la pantaloneta clásica: ni muy corta, ni muy larga y ojala con un “print” suficientemente vistoso para que toda la atención se concentre en la pantaloneta y no en los malditos gorditos de los lados, que por más que uno se mate en el gimnasio o haciendo triatlón, parecieran ser un inevitable invitado en el cuerpo de todo cuarentón!!!


Hemos recibido infinidad de comentarios acerca de lo divertido y agradable que les parece a nuestros lectores las historias narradas en http://www.elclosetderei.blogspot.com. Estamos supremamente agradecidos por el apoyo y el buen recibimiento de esta iniciativa. Al igual, nos ha sorprendido la cantidad de e-mails que nos llegan pidiendo consejos de cómo vestirse para determinadas ocasiones, que si esto sale con lo otro, que donde se consigue tal, que si la corbata tiene que ser…… etc etc. La mayoría de estas preguntas nos llegan en vísperas del fin de semana. Por lo anterior y atendiendo los consejos de los que saben de medios, Mi Closet cambia su habitual horario de los Lunes por el de los Viernes.

“Los 7 pecados capitales”, es el título de la serie de posts que se podrán leer a partir del próximo viernes. Esta serie es el recuento anecdótico de los que, en mi opinión, son los 7 peores desaciertos en el vestir de un hombre. Los esperamos.

Gracias por leernos.

Tún tún…. Tún tún….

Tún tún…. Tún tún…. Tún tún…. Es lo único que retumba en mi cabeza cuando estoy nadando, no importa si es en mar, lago o piscina saturada de cloro, el Tún tún…Tún tún… siempre se hace presente y les confieso, siento un pánico feroz!!!! La razón es clara: En 1975 tenía apenas 7 años. Mis padres dejaban que yo viera cualquier película mientras no mostraran viejas en “pelota” o parejas en pleno “tilin tilín”. Fue así como vi “JAWS 1”………. Nunca volví a ser el mismo!!!!

Hay solo tres posibilidades de que yo me meta al mar: Durante un triatlón, cuando estoy un poco pasado de tragos y se me despierta el Tarzán que llevo dentro, o cuando mi mujer, en su inmensa sabiduría y amplio conocimiento de mi psiquis, me convence de que lo haga. Así fue como una tarde de verano en Miami, de esas de calor y humedad infernal, ella se apareció en mi oficina, sin previo aviso…..Rei, vengo por ti. No preguntes. Es una sorpresa.

Con un “No vuelvo en toda la tarde”, salí de mi oficina cogido de su mano. Pecho en alto, caminaba por los corredores del edificio pensando que me llevaba a un hotel. Que mis encantos de amante bien vestido por fin y después de tantos años de casado, la habían motivado a organizar una tarde de pasión. Todo indicaba que mis sospechas eran ciertas: Ella lucia una falda corta que dejaba ver sus lindas y largas piernas, tacones altos, una camisa que delineaba muy bien los encantos de su tronco y en su cara, una sonrisa picara enmarcada por esos lindos labios parecían ser la confirmación de mis premoniciones.

Yo manejo, dijo al aproximarnos a su carro, mientras me indicaba con su dedo que me hiciera en el puesto del pasajero. Obedecí encantado mientras pensaba que hoy sería uno de esos días en que yo diría a todo que si…….

Reinaba un silencio cómplice, de esos que indican que no hay nada que decir pues todo esta sobreentendido. Nos mirábamos ocasionalmente para sonreír mientras ella manejaba con convicción. Rei, metes esta dirección en el GPS por favor? Fueron las palabras que abruptamente rompieron el silencio y el ambiente de misterio que reinaba dentro del carro.Cómo? No sabes llegar? Pregunte con asombro y desilusión. No estoy muy segura, expreso mientras me entregaba una servilleta con la dirección escrita. Esto es muy al “west”!!!!! pensé, mientras introducía los datos en el tablero del carro.

YOUR ROUTE IS BEING CALCULATED. FOLLOW THE…….dijo la vos de la vieja esa que habla en el GPS, a la cual quiero conocer algún día, para decirle a la cara que aprenda a dar instrucciones a tiempo, pues más de una vez me ha tocado hacer piruetas dignas de corredor de carros para poder seguir las instrucciones de esa vieja irresponsable.

Vi como la cúpula del Hotel Biltmore se alejaba en el retrovisor mientras mi mujer manejaba vía Oeste al mismo tiempo que se desmoronaban mis ilusiones de una tarde de pasión conyugal en suite de buen hotel. A donde es que vamos? Pregunte con tono de mal genio. Deja de ser impaciente….es una sorpresa. Con una desilusión profunda, desvié toda mi atención hacia el BlackBerry y me concentre en cosas de trabajo.

Debieron pasar como 25 minutos cuando sentí que el carro se detuvo y mi mujer dijo en un tonito cantado y casi antipático lleegaamosss!!! Llegamos? Pregunte aterrado al ver que estábamos parqueados en un pequeño “Strip Mall” rosado en medio de la nada. Ella se bajo antes de que pudiera decir algo más y desde afuera me indico que la siguiera. Me baje, sólo porque era imposible aguantar siquiera un minuto sentado en el carro sin aire acondicionado. No entendía nada…..con cara de sorprendido hice un gesto con manos abiertas como preguntando en silencio..Que hacemos aquí? A lo que ella respondió con su dedo índice indicándome que mirara hacia arriba. Mire……de inmediato mi cuerpo se encogió y sentí frío correr por mis venas. Ahí estaba, majestuosa, inmensa, jadeándose mientras se movía de un lado al otro acariciada por un leve viento veraniego. Era roja, muy roja y la línea blanca de la mitad apenas se dejaba ver durantelos intervalos de su meneo. Tun tun…..tun tun….tun tun…tun tun, era lo único que se oía en mi cabeza!!!! Estas demente…. medio grite, mientras ella entraba al almacén de “scuba” con una sonrisita típica de quien acaba de salirse con la suya.

Mi mujer llevaba muchos años insistiendo en que sacáramos el PADI (licencia de buceo). Yo había logrado magistralmente sacarle el cuerpo con disculpas que nada tenían que ver con la verdadera razón. Me inventaba viajes, paseos, enfermedades, en fin, me hubiera salido mucho más barato optar por contratar un psiquiatra para que me quitara tan aterradora fobia.

Ya adentro, observaba con asombro el tamaño de lugar. Lleno de tanques de oxigeno, indumentaria extraña, arpones, wet suits, cuchillos, aletas, caretas, fotos, redes y más. Todo era espectacular. Poco a poco el Tun tun se fue desvaneciendo de mi cabeza dando paso a imágenes de mí con toda esa indumentaria puesta. Pensaba en las fotos!!! Me medí de todo y así fue como un par de horas después me encontraba acomodando en la bodega de la camioneta tres tulas llenas de equipo, incluyendo el wetsuit mas espectacular que se haya producido, de pechera roja y con abdominales pre impresas, como cualquier disfraz de súper héroe y un cuchillo inmenso hecho de un aleación de mentales nunca antes vista: súper liviano pero tan fuerte como para atravesar la piel de un tiburón. Era gigante, estoy seguro que ni siquiera Jacques Cousteau tuvo el privilegio de tener uno igual. Lo compre para defenderme contra los tiburones pero también porque se veía impresionante amarrado a mi pantorrilla. Lo bautice el cuchillo “Anti-Tuntún”.

Una semana después arrancamos el curso teórico. Todo iba bien hasta que llegamos al punto donde te enseñan el lenguaje de señales manuales con que uno se comunica dentro del agua. Hay uno para decir, estoy ok, subo, bajo, sin aire, en fin, hay de todo, pero el que me quito la respiración fue el de cuidado con el Tiburón!!!!. Me voltee para mirar a mi mujer. Viste, si hay señal especial para anunciar un tiburón es porque es posible y peligrosísimo encontrarse con una de esas bestias!!! yo mejor no voy. Deja la ridiculez, respondió mi mujer añadiendo, con todo ese equipo que comparaste seria pecado no terminar lo que empezamos. Además, no fue para eso que compraste ese cuchillo carísimo? No hay tiburón que se te acerque. No tuve otro remedio que callarme y seguir atendiendo. Esa noche tuve pesadillas: sentado en el inodoro sentí que algo me picaba. Al mirar vi muchos tiburoncitos subiendo como un ejército de hormigas y me picaban las nalgas. El cuchillo era muy grande y tenía que utilizarlo pegándome nalgadas y aplastando los bichos. Las nalgas me quedaban rojas por la alergia que en la vida real me causan las picadas de hormiga. Fue rarísimo y amanecí empapado de sudor.

El curso práctico en piscina fue espantoso y no por nada que ver con el buceo sino por el desfile de tanta tanga narizona y viejas mal afeitadas. Los compañeros de curso eran de lo peorcito que he visto. Lo juro, pocas veces he estado en medio de un grupo de gente con tanta falta de glamour. Me hice amigo de uno de los instructores, quien me prometió seria nuestro “Dive Master” durante las inmersiones en mar abierto. Mil veces le pregunte si veríamos tiburones y mil veces me respondió categóricamente que noooo. Que llevaba haciendo esto mucho tiempo y que en los sitios a donde nos llevarían nunca se ven tiburones.

Llego el día tan esperado. Organice las tulas, me puse la pinta pre-buceo y baje el ascensor de mi apartamento con "look" de explorador de National Geographic. Todo se veía supremamente “cool”. Hasta le puse una calcomanía de SCUBA a la camioneta de mi mujer. Una vez en el bote, con el wetsuit a medio poner, con la parte de arriba al descubierto, me posesione de la proa, como cualquier Leonardo Dicaprio en escena de “Titanic”. El viento golpeaba mi cara mientras veía como la inmensidad del océano se presentaba majestuosa en frente de mí. Unos delfines aparecieron nadando al costado. Seguían el bote como dándome la bienvenida a su mundo. Lo vi como una señal de que todo saldría bien. Me acorde de haber oído que donde hay delfines no hay tiburones y me tranquilice por completo. El bote se detuvo. Nuestro Dive Master anuncio que seriamos el grupo uno y nos pidió revisar los equipos y alistarnos para saltar al agua.

El mar estaba un poco picado y el mareo era evidente. No quería vomitar como algunos de mis compañeros y decidí saltar al agua de primero. Me di una bendición disimulada, puse mi mano derecha sobre la careta y di un paso grande hacia la profundidad.

La marea me arrastro lejos del bote y nada que alguien más se tiraba. Me empezó a invadir un pánico inmenso. Antoooo, Manuuu, les gritaba a mis hijas para que se lanzaran. Nadie me oía. Decidí meter mi cabeza para asegurarme de que nada rondaba por ahí abajo, cuando de pronto lo vi…. un HP inmenso dando vueltas a veinte pies de mí ser. El corazón se me paro y todo lo “encogible” en mi cuerpo se encogió hasta su más mínima expresión. Mande mi mano al cuchillo solo para darme cuenta que…… lo había dejado en la tula!!!!! Saque mi mano derecha haciendo la señal que me habían enseñando. La confusión era enorme y trataba de nadar de vuelta al bote. Sentí que alguien me agarro del brazo…..es solo un Nurse Shark, grande pero inofensivo, dijo la voz del Dive Master, quien había saltado pensando que tenía problemas con el equipo. Me agarro del brazo, me calmo y juntos observamos al tiburón como se posaba tranquilo en el fondo del mar. No sé porque no sentí miedo. Me quede solo viendo a la bestia debajo de mí mientras el resto de gente me alcanzaba. Asustado por el tumulto, la bestia sacudió la arena y se fue.

Buceamos todo el día. Vimos de todo, pero nunca más un tiburón. Fue increíble!!! Devuelta en el bote y rumbo a tierra firme, reflexion y entendí que las reglas del universo se cumplen siempre, que todo en la vida tiene un precio y que el precio que hay que pagar por la paz que se siente allá abajo es el “Tún tún” que se escucha cada vez que uno voltea a mirar hacia lo oscuro del mar……

Encuentro Real

Lo que me encanta de una ciudad como Londres es que cualquier cosa puede pasar, hasta lo extraordinario en un día ordinario como aquel martes de primavera....

En el 66 de Knightsbridge en Londres se encuentra uno de los bares más divertidos y exclusivos que haya visitado en toda mi vida: Jeques Árabes, Mafia de Europa Oriental, Ingleses de sangre Azul, “Wannabes” bien vestidos como yo y mujeres impresionantes. La mayoría de ellas rusas altísimas, de ojos de un azul nunca visto, cuerpos perfectos y piel de porcelana. A juzgar por sus atuendos, joyas, carteras y abrigos y de no ser espías, tendrán que ser hijas, esposas o amantes de algún magnate o mujeres que cobran muy caro por su compañía.

Después de un día arduo de reuniones en Lloyds, mis clientes, un par de argentinos, mis colegas y yo nos encontrábamos tomando Sake en ZUMA, un restaurante de comida contemporánea Japonesa que, en mi concepto, es el único de su tipo que le da la talla a NOBU. Se hacía tarde y llegaba la hora de ir a otro lugar.Donde vamos? Pregunto uno de los argentinos. Sin dudar un minuto, respondí: vamos al bar del Mandarin.

Eran ya casi las once y tenía un poco de miedo de no encontrar mesa pero aun así decidimos caminar para bajar la comida. Son un poco más de dos cuadras de distancia. Llegamos al imponente edificio del Mandarin: Un Ferrari, un Rolls Royce Phantom y un par de Mercedes, eran el preámbulo del tipo de gente que habría adentro. Entramos indicando al “Bellman” que nos dirigíamos hacia el bar. Había gente pero no del todo lleno. Nos dieron una mesa espectacular y no gracias a ser de Popayan, o a estar bien vestido, sino a una generosa propina anticipada que le di disimuladamente al que maneja las mesas.

Hay que celebrar el resultado de nuestra visita a Lloyds. Los tragos son por nuestra cuenta. Dijo uno de los argentinos quien procedió a pedir dos botellas de champaña rosada Perrier Jouquet. Los argentinos son lo máximo, saben vivir!! Pensé.

Éramos 6 en la mesa y la segunda ronda de botellas nos se demoro mucho en llegar. Dos cervezas en el pub cerca de la oficina, un whisky en el bar de Zuma, todo el Sake durante la comida y ahora Champaña!!! Gracias a Dios al día siguiente no había mucho que hacer. En medio del estupor y la conversación vimos como se empezó a llenar el lugar con tipos vestidos de esmoquin y mujeres de vestido largo. En la mayoría de nuestros países, el esmoquin es un traje, que de poseerlo, se desempolva una que otra vez al año, para el ocasional matrimonio en Club Social o la fiesta de año nuevo. Lastimosamente no se respeta tan espectacular prenda. Los matrimonios son un despliegue de esmóquines viejos, con solapas mal aplanchadas, corbatines de nudo pre hecho, zapatos impropios y camisas de pechera o cuellos equívocos. No se le para atención a esta vestimenta. En cambio en Europa, pero en especial en Inglaterra, el esmoquin es una prenda esencial en el closet de un caballero. Hay mucho evento que requiere utilizarlo. Impresionante la elegancia de esta gente, comento uno de los argentinos, añadiendo, si es como en Buenos Aires, debe de ser que vienen de la Opera.

Uno de mis colegas me agarro el brazo para acercarme y susurrar a mi oído: Prince Harry is here!!!! Y me señalo disimuladamente al peli rojo que se acercaba a la barra como cualquier otro cliente, claro está, con un “je ne sais quoi” que solo pueden tener aquellos que crecen tomando té en el palacio de Buckingham. No sé porque, pero me puse nervioso, muy nervioso, pero a la vez me sentí feliz de que este par de clientes argentinos, también de dedo parado, nunca se olvidarían de que yo los había traído al mejor bar de la ciudad.

Pasó un rato largo y había estado aguantándome las ganas de orinar por no perderme ni un minuto el espectáculo. No pude más y me dirigí al baño. Al pararme me dio vueltas todo y me percate de que el nivel de alcohol en mi sangre debería ser muy alto. De alguna manera pude sostenerme en pie y caminar más o menos recto hacia el baño. Con la vejiga a estallar, me desabroche toda la indumentaria y descanse con los ojos cerrados mientras oía el ruido del chorro golpeando fuerte la porcelana del orinal. En medio del éxtasis, escuche como alguien se posaba en el orinal del lado. Seguí como si nada a ojo cerrado, pensando lo que el vecino pensaría del sonido producido por mi amplio chorro, por lo general indicativo de un instrumento grande y saludable, en este caso, era solo el resultado de una meada la “berraca”!!. Cuando supe que empezarían los intervalos y para prevenir salpicarme, abrí los ojos. Mire hacia abajo, luego hacia el frente y por ultimo hacia mi compañero de orinada. Se me detuvo el corazón…..se me pasmo la borrachera!!! Era el príncipe en persona. Debió sentir que lo miraba y se volteo a mirarme……no supe que hacer…..no estaba preparado para semejante encuentro. Como si me hubiera salido instintivamente y todavía con el instrumento en la mano, mi cuerpo se inclino hacia delante haciendo una media venia al mismo tiempo que pronuncie: Your majesty!! Harry me miro con cara de asombro, se acomodo rápidamente y salió apurado y diría que casi asustado, despidiéndose con un:Cheers Sir!!!!

Me quede quieto, como suspendido en el tiempo, con la mente casi en blanco y confundido por la situación. Hasta que por fin volví en si……… Me dijo Sir, el príncipe me dijo Sir…….pensé, al mismo tiempo que sentí como mi cara se adornaba con una gran sonrisa.

Salí del baño renovado, todo un hombre distinto, caminando como aquel a quien lo acaban de convertir en caballero al servicio de la corona Inglesa. En silencio, jure lealtad a la Reina y a la familia Real y al llegar a la mesa pedí otra botella de champaña, brinde por Inglaterra y por Sir Reinaldo Iragorri. Nadie entendió nada pero igual brindaron y seguimos la noche celebrando como se imagina uno que celebran “realmente” los de Realeza!!!!

Ella y yo....(2 parte)

Por fin en Lima!!! Chaqueta a salvo y todas las maletas presentes. Nos encontrábamos en el lobby del hotel Miraflores y yo, como siempre, parado en frente de la recepción con actitud de “up-grade: suficiente “debonair” para cautivar, con un toque de humildad para despertar ganas de ser ayudado. Casi siempre funciona!!!

15 minutos más tarde nos encontrábamos mi mujer y yo en una suite espectacular, sumergidos en la “calentura” típica que producen los cuartos de hotel. En medio del acto me acorde de la chaqueta, salte de la cama como resorte, la saque del maletín, la sacudí y la colgué. Volví a la cama para terminar lo que había empezado. Mi esposa exclamo: “lo tuyo no es normal”. Nunca entendí si lo anormal era mi actitud frente a la chaqueta o mi ímpetu de conyugue en luna de miel.

3 días en lima y ni uno solo con la temperatura ideal para lucir la chaqueta!!! El único intento fue la noche que salíamos a comer a Astrid y Gaston. Con la chaqueta bien puesta salí del cuarto solo para oír minutos después al conserje, quien había hecho mi reservación, sugerir: “Sr Iragorri, la temperatura está muy agradable afuera, no creo que su bonita chaqueta sea apropiada para el clima, se va a acalorar”. Aparentando agradecimiento pero furioso por dentro, me fui hacia los ascensores para volver a subir. “Sr. Iragorri, exclamo el conserje, no se preocupe, nosotros la subiremos”….Sin voltear a mirar exclame: Gracias, pero olvide algo y susurre: la chaqueta la subo yo!!!!

Máxima 15C (59F), Mínima 10.5C (51F), informaba el periódico local acerca de la temperatura en Cusco. Me puse feliz. Hoy por fin podría ponerme la chaqueta. Muy rápidamente me di cuenta que el estrés de tenerla puesta era peor que la frustración de no ponérsela: que no se manche, que no se rompa, etc. Que “guevonada”, pensé para mi adentros, me tengo que relajar, es solo una chaqueta!!! Me sentía vacio y superficial, pero que va, cada vez que alguien me la admiraba o cada vez que veía mi reflejo en espejo, vitrina, o cualquier otra superficie que lo permitiera, entendía de nuevo por que la amaba. Era espectacular!!!

Una vez quedamos registrados en el hotel Monasterio de Cusco mi esposa saco su agenda y menciono: “a la 1PM hay que estar en…,después veremos la iglesia…., luego el….y para terminar el día veremos al Chaman”. Al qué? Pregunte. Al Chaman, no te hagas el bobo que yo te dije que había hecho una cita con un chaman Inca famoso. Esta es la dirección y necesito que consigas un carro para que nos lleve, con tono de orden, exclamo mi mujer. Lo que tú quieras está bien, con tono obediente, exclame yo. Me acerque al conserje, le entregue la dirección y le pedí que consiguiera un carro para llevarnos al sitio a las 7pm. Me miro con unos ojos de asombro y exclamo: Señor está seguro? esta parte de cusco no es muy recomendable y de noch……lo interrumpí, no estoy seguro y más vale me muero del susto, pero más susto le tengo a mi mujer. Gracias.

Gordaaaa, mira este barrio tan asqueroso al que me has traído!!! Quien putas te recomendó este Chaman!!! Nos van a matar!!! El carro se detuvo y el chofer se volteo y dijo: señor aquí parece ser el sitio. Lo esperare afuera. Me baje cuidadoso de no ir a engarzar la chaqueta en algún filo de ese taxi viejo y sucio que me habían conseguido. Pise y tenga!!! Un barrial el malpa… y hasta ahí llegaron las botas de gamuza que tan bien iban con la chaqueta. Echando humo de la rabia procedí a abrir la puerta y como si hubiéramos entrado en otra dimensión, el sentimiento de frustración cambio. Una sensación de paz envolvía el interior de aquel lugar. Al fondo se veían 20 indios concentrados en lo que hacían. Trabajo orfebre con técnicas milenarias de nuestros ancestros, dijo una voz profunda y un frio interno recorrió mi espina dorsal. Me di la vuelta y lo vi por vez primera. Sr. Chaman? Pregunte. Agustín, a sus órdenes.

Pasamos un rato observando las extrañas figuras que había en el cuarto. Desde piezas autenticas de cerámica Inca, hasta algunas figuras eróticas de extraterrestres en pleno acto!!! Era raro, súper raro el sitio. Pero sentía paz y yo soy de los que navegan a puro “feeling”. Encontré lo que quiero!!! Exclamo con ánimo mi mujer. Tenía en la mano lo que parecía ser tres muñecas de trapo entrelazadas y podridas. Que es esoooo? Pregunte con voz déspota. Son las muñecas con que enterraban a los Incas para que en su viaje a la eternidad se acordaran de no tomar la vida tan en serio!!! Las quiero!!!

Son una pieza única, exclamo Agustín, ya no con tono de chaman si no de vendedor barato. Y cuanto cuestan? Pregunte. No es lo que cuesten, no se las puedo vender a cualquiera. Que quiere decir? Quiero decir que el que se las lleva es porque los espíritus quieren que así sea y para eso tengo que hacer una ceremonia. Una qué? Una ceremonia de limpieza, un despojo como lo llaman otros. Señor no pierde nada, yo la hago, si no puede llevarse las muñecas por que así lo dicen los espíritus, de todas maneras se lleva una bendición. Eso sí, si los espíritus lo aprueban, se las deberá llevar para que lo acompañen siempre. Mire a mi esposa quien con un gesto me indico que debería aceptar. Prosiga Agustín, exclame.

Minutos más tarde el chaman estaba de vuelta en el cuarto luciendo un atuendo digno de salir en una película de Indiana Jones. Al entrar, graduó el nivel de luz al girar la perilla de un típico “dimmer” redondo, de esos que hay en todas las salas o comedores de casas setenteras. Traía en la mano una botella llena de un líquido amarillo, parecía orin. Le pidió a mi mujer que sostuviera las muñecas y procedió con un baile de paso corto y unos canticos que no se entendían ni un carajo. Barararararar, Urararararar, …….así estuvo como por 5 minutos hasta que interrumpió su ceremonia para tomar de un solo sorbo casi la mitad del liquido amarillo de la botella. Hizo gárgaras y buches, una y otra vez y de pronto paro…………todo quedo en silencio. Sus ojos se abrieron de repente para clavar su mirada en mi pupila. Sus ojos y los míos quedaron amarrados entre sí por lo que pareció una eternidad. De repente y sin aviso empezó a salir de su boca el liquido amarillo en forma de regadera!!!!! Mi cara, mi pelo, mi CHAQUETA!!!! No puedo creer lo que este malpa... acaba de hacer!!! Me escupió!!! Me decía a mi mismo mientras me limpiaba la cara y observaba con horror las manchas en mi chaqueta. Mire a mi esposa; aguantaba una explosión de risa, lo que me causo mas ira. El momento se interrumpió con el sonido de más gárgaras y buches. Una y otra vez. Le toca a mi mujer, pensé!!! Abrió los ojos, me los clavo de nuevo a mí, y sin misericordia alguna dirigió la chorrera del liquido ya no a mi cara, ni a mi cabeza, si no directamente a mi Chaqueta!!!!!! Como si el degenerado supiera lo que me dolía y me quisiera dar una lección!!! Mire la Chaqueta con horror. Esa piel, que algún día había sido perfecta, lucia llena de desordenadas manchas oscuras, como si fuera un imitación barata de tela de leopardo. No era ya una chaqueta digna de un lord ingles y más parecía la chaqueta típica de un “pimp” barato. Señor, exclamo el chaman mientras abandonaba el cuarto, lo han aceptado los espíritus, se lleva las muñecas!!!! sin que pasaran 5 segundos, su asistente exclamo: son 400 dólares, efectivo o crédito?

Chaqueta hecha pedazos, botas destruidas, 400 dólares menos, carajo si me sentía miserable!!! Llegamos al hotel y vi a mi mujer sonriente y feliz con sus muñecas, probablemente burlándose por dentro de los que había sucedido. Vi también mi reflejo de cuerpo completo en el espejo del ascensor….. se veía cool, muy cool, como si estuviera llegando de un safari, sucio, vuelto una mier.. y fue en ese momento que entendí que mi chaqueta, esa de la cual me enamorara hace unos días en una vitrina de Bal Harbor, hoy, así vuelta nada, valía aun mas, pues ahora tenía una historia que contar!!!

Ella y yo....

Sucedió hace 9 años y recuerdo perfectamente el momento en que la vi…. Caminaba desprevenidamente, disfrutando las vitrinas y la gente bonita que suele pasearse por los pasillos de Bal Harbour. De vez en cuando miraba el reloj pensando en la hora que habría de encontrarme con mi esposa para almorzar.

De pronto…. el mundo paro. Confieso, era Perfecta!!!! Al verle se me fue un poco la respiración y sentí hasta cosquillas en el estomago. Era como si estuviera cara a cara con un amor prohibido, de esos que aniquilan cualquier intento consciente de control. Su color canela quemado resaltaba una textura de “piel” sin fallas. La había encontrado por fin!!!. Estaba frente a mí…a la espera de que me atreviera a acercarmele. Juro que sentí que me llamaba!!! Me quede un buen rato observándola desde lejos, sin dar un paso, mientras que en mi cabeza se desataba una batalla campal entre el diablo y el ángel que todos llevamos dentro. Sin darme cuenta, y como si los músculos de mis piernas hubieran estado controlados por una fuerza ajena, me encontré a su lado. Me atreví!! Poco a poco y asegurándome que nadie nos viera, deslice mis manos por su espalda una y otra vez. Mientras tocaba su cuello, acerque mi nariz para olerla. Era verdaderamente perfecta!!!! Con la misma parcimonia y delicadeza con la que alguna vez desabrochara la camisa de una novia virgen que tuve, solté un par de botones y metí mis manos para sentir su interior. De pronto, me tope con algo, lo tome en mis manos y lo mire: US 2,200 dólares!!!! Coñoooo que “Hijue....” chaqueta tan cara, exclame para mis adentros, al tiempo que retiraba bruscamente mis manos de encima de ella. En ese mismo instante escuche una voz femenina y angelical que me decía a mis espaldas: “increíble, pareciera que el señor Lauren se inspiro en usted para diseñar esa chaqueta”. Sentí tanta felicidad con esas palabras que me convencí a mi mismo de que algo de verdad tenían!!

10 minutos mas tarde, me encontraba sentado en Carpaccio, esperando a mi mujer y “craneandome” la mentira que iba a decir.

Rei, gracias por esperarme, que hiciste todo este rato? Pregunto mi mujer. Con las gafas oscuras bien puestas y con actitud de jugador de poker profesional, procedí a contestar: Gorda no te imaginas el descuento tan berraco que me hicieron en una chaqueta de Ralph Lauren. Tiene un dañito que ni se nota y me la bajaron de dos mil doscientos a ochocientos!!! Un gangazo!!!. Es la perfecta chaqueta para el viaje a Cuzco. Me alegro mucho, dijo mi mujer, para luego agregar: pero no tienes ya suficientes chaquetas? Gorda, te juro, esta es especial!!!! (Hace un par de meses encontré el recibo por los USD 2,200, que había escondido dentro de una bota tejana que casi no uso)

Pasaron 15 días. Al igual que siempre lo hago antes de empacar, verifique en el computador cual seria el estado del tiempo en Lima, Cuzco y Machu Pichu, para así escoger el vestuario apropiado. Saque las maletas y procedí. La pieza central del vestuario era definitivamente “La Chaqueta”. Metí 5 bufandas para poder cambiar el “look” sin tener que quitármela. Lo mío era amor de verdad, hasta con un poco de ansiedad. No fui capaz de enviarla en bodega. Me cortaría una….. si se llegara a perder o a no llegar a tiempo.

Al fin nos encontrábamos haciendo fila en el aeropuerto. Nos habían regalado unos tiquetes en primera clase de una aerolínea bastante regular; pero que va!!! Primera es primera!!!!. A los de clase turista, no nos digamos mentiras, uno los mira por encima del hombro y hasta con un poco de pesar, olvidándose por completo de la cantidad de veces que uno ha hecho esa fila!!!

Ahí estaba yo, con mi uniforme típico de aeropuerto: Blazer, camisa blanca de mancornas, pañuelo colorido, blue jeans viejos, una buena correa y mis eternos compañeros, lo mocasines Gucci.

Todo estaba listo. Emprendíamos el viaje por el que mi mujer había jodido tanto!! Ruinas, Iglesias, Incas, consulta Chamánica…. qué carajo, todo eso me importaba poco, yo solo esperaba quedaran buenas fotos, con la chaqueta puesta, por supuesto!!!!.

Continuara……..


¡Lo bailado no me lo quita nadie!

Ningún texto de Antropología, Sociología, Psicología, o cualquiera de tantas “Gias” define la clase social de donde yo vengo. No tiene nombre y tratar de bautizarla no es tarea fácil. ¡¡¡¡Vengo de la clase social de los que fueron, ya no son, quieren y luchan desgarradamente por volver a ser, mientras viven como si todavía fueran!!!! Admiro muchísimo a los que pertenecen a esta clase social, pues se necesitan cojones de acero para sobrevivir, especialmente para quien se lo toma tan en serio como yo: Closet digno de cualquiera en la lista “Forbes”, viajes a la altura de “Abercrombie & Kent”, me saludan en NOBU con nombre propio, Porsche(Leased, por supuesto), Cayenne para la mujer, relojes varios, dirección espectacular, buen esquiador de nieve, claro está, pues esquiadores de lago hay de todo tipo, y por ultimo, lo que no puede faltar… un buen apellido.

Las fotos juegan un papel importantísimo entre nosotros. Son el testimonio visual de que todo lo que te dicen los abuelos, padres y tíos, es verdad y no parte de un cuento chino. Si, de un cuento chino, pues para muchos, como para mis hermanos, todas las historias deben sonar a cuento chino. Soy el mayor de cuatro y para mi fortuna alcance a vivir suficiente en la época de oro de la familia como para poder hablar de los recuerdos: Aviones Privados, Helicóptero, Viajes, Fincas etc. En cambio, a mis pobres Hermanos no les toco nada, por lo menos nada de lo que se alcancen a acordar. ¡¡¡Claro que no creo que lo hayan necesitado de a mucho, pues desde pequeños yo me he asegurado de que sepan de donde vienen!!!

Salir de esta clase social no es fácil, es más, es "berracamente" difícil. Para bajo ni por el pu… pues el firme compromiso de mantenerse en ella hace que uno deje hasta la última gota de sudor en los negocios. Pero es tan costoso, pero tan costoso, que no sobra ni un Dólar, Libra o Euro para invertir en la bolsa o para realizar negocios de oportunidad. Cada vez que se están acumulando unos ahorritos a las niñas de la casa les da por ir a Europa o al niño de la casa, yo, le da por comprarse otro reloj, otros zapatos, otro blazer, otro…¡¡¡¡hay tantas cosas buenas para comprar!!!!

A parte de la remotísima posibilidad de ganarse el Lotto, confieso, lo compro siempre, el altar es otra clara oportunidad para volverse “de los que son”. Hace como 18 años, un 19 de Noviembre, en una noche mágica de Cali (Colombia), de esas en que la brisa de las montañas baja por el cañón del rio y refresca la ciudad, como si el aliento de los ángeles anunciaran la realización de un gran evento, me case: clásico Frac (hecho a la medida), corbatín (de hacer nudo, obvio) y faja de Bergdorf Goodman, con guantes y Cubilete Ingles que han estado en la familia desde mi bisabuelo… ¡¡¡Lo logré!!! Me casé con una rica, eso sí, ¡¡¡súper enamorado de ella!!! Otra vez aviones, fincas, viajes, azúcar, juntas directivas, polo… Todo parecía como un cuento de hadas, hasta que una horrible mañana, cuatro años más tarde, me desperté en la realidad de que la familia de mi esposa ¡¡¡¡estaba en la ruina!!!!

¡¡¡Vuelve y juega!!! Pero que va, como decía por ahí un miembro honorario de esta clase social, “ni lo bebido, ni lo comido, ni lo bailado y menos lo viajado me lo quita nadie”.

Con la fuerza y empeño de aquellos sin nada que perder, con gustos caros por satisfacer, con almas aventureras, “gocetes” y optimistas, con corazones generosos, pero sobre todo con la ayuda del de Arriba, mi mujer, mis hijas y yo, hemos construido nuestro propio camino, utilizando como inspiración y base todo “lo que fue”, con la suerte y fortuna de poder viajar, comer, vestir y en general vivir como “los que son”, con la convicción de que los negocios un día no lejano nos den la tranquilidad permanente de vivir así y con la absoluta claridad de que al final lo que importa es poder terminar los años alrededor de una chimenea, con buena salud, rodeado de hijos, nietos y hasta bisnietos, en un ambiente lleno de amor y paz. Claro está… ¡¡¡¡¡Más vale que la chimenea sea en Aspen!!!!!